Enfermedades sociológicas

Alteraciones en la comunicación, el rendimiento, etc

miércoles, 18 de junio de 2014

Contaminación acústica


Se llama contaminación acústica al exceso de sonido que altera las condiciones normales del ambiente en una determinada zona. Si bien el ruido no se acumula, traslada o mantiene en el tiempo como las otras contaminaciones, también puede causar grandes daños en la calidad de vida de las personas si no se controla adecuadamente.

Este término hace referencia al ruido, entendido como sonido excesivo y molesto, provocado por las actividades humanas (tráfico, industrias, locales de ocio, aviones, etc.), que produce efectos negativos sobre la salud auditiva, física y mental de los seres vivos.

Este término está estrechamente relacionado con el ruido debido a que esta se da cuando el ruido es considerado como un contaminante, es decir, un sonido molesto que puede producir efectos nocivos fisiológicos y psicológicos para una persona o grupo de personas.
Las principales causas de la contaminación acústica son aquellas relacionadas con las actividades humanas como el transporte, la construcción de edificios y obras públicas, las industrias, entre otras.

Se ha dicho por organismos internacionales, que se corre el riesgo de una disminución importante en la capacidad auditiva, así como la posibilidad de trastornos que van desde lo psicológico (paranoia, perversión) hasta lo fisiológico por la excesiva exposición a la contaminación sónica.
Un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), considera los 70 dB , como el límite superior deseable.

En España, se establece como nivel de confort acústico los 55 dB. Por encima de este nivel, el sonido resulta pernicioso para el descanso y la comunicación.

Según estudios de la Unión Europea (2005): «80 millones de personas están expuestas diariamente a niveles de ruido ambiental superiores a 65 dB y otros 170 millones, lo están a niveles entre 55-65 dB.
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¿Cuando el ruido es peligroso?



Cuando la intensidad de los ruidos sobrepasa la capacidad de recepción del oído, es peligroso. Esta intensidad se expresa en decibelios (dB).

¿Los riesgos? Cansancio auditivo pasajero, acúfenos, traumatismos auditivos irreversibles, o incluso la ruptura del tímpano.



·        El riesgo comienza a partir de los 85 dB donde se produce una sensación de disminución de la audición de forma pasajera.

·        El efecto máscara aparece al ocultar la frecuencia mayor, la frecuencia dañina, con una frecuencia más pequeña. La frecuencia alta permanece difícilmente audible. Uno de sus efectos es el cansancio y disminución de la atención.

·        Se produce un traumatismo auditivo irreversible cuando se expone a ruidos de altas frecuencias de forma intermitente. Las cócleas (células de audición) se destruyen.

·        los ruidos de explosión, aquellos que son extremadamente fuertes y rápidos, son muy peligrosos. Encontrarse cerca de un gran avión a su despegue o cerca de los altavoces de un concierto puede producir la pérdida inmediata de audición de forma permanente por rotura de tímpano.

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¿Que es un decibelio?


El decibelio es la unidad relativa empleada en acústica, electricidad, telecomunicaciones y otras especialidades para expresar la relación entre dos magnitudes: la magnitud que se estudia y una magnitud de referencia.

Con mayor frecuencia se emplea para relacionar magnitudes acústicas, pero también es frecuente encontrar medidas en decibelios de otras magnitudes, por ejemplo las eléctricas o las lumínicas.
En la medida de diversas magnitudes se emplea a menudo como magnitud de referencia un valor convenido muy bajo, por ejemplo el umbral mínimo de percepción del sonido en el ser humano (20 micropascales), pero no por ello dejan de ser relativas todas las medidas expresadas en decibelios, aunque el que no se explicite normalmente el valor de referencia le dé apariencia absoluta.

El decibelio es una unidad logarítmica, adimensional y matemáticamente escalar. Es la décima parte de un belio (símbolo B4 ), que es el logaritmo de la relación entre la magnitud estudiada y la de referencia, pero no se utiliza por ser demasiado grande en la práctica, y por eso se utiliza el decibelio. El belio recibió este nombre en honor de Alexander Graham Bell.

Un belio equivale a 10 decibelios y representa un aumento de potencia de 10 veces sobre la magnitud de referencia. Cero belios es el valor de la magnitud de referencia. Así, dos belios representan un aumento de cien veces en la potencia, tres belios equivalen a un aumento de mil veces y así sucesivamente. Dicho de otra manera, un lavavajillas que emite un ruido de 50 dB no es algo más ruidoso, es 10 veces más ruidoso que uno que emita 40 dB y 100 veces más que uno de 30 dB.
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